La presidenta Tsai Ing-wen ha dicho durante el discurso por el día nacional del Doble Diez que Taiwán está dispuesto a trabajar con China continental en un acuerdo mutuamente consensuado que garantice la paz y la estabilidad en el Estrecho.
Durante su discurso, Tsai describió Taiwán como una isla de resiliencia y expresó su determinación de defenderse y aumentar sus capacidades defensivas. Pero al mismo tiempo, la presidenta expresó el deseo de que las tensiones desaparezcan, señalando que está deseando que se retomen los intercambios entre personas a medida que se relajen las restricciones por la pandemia. Taiwán abrirá sus puertas a los viajeros el jueves 13 de octubre.
La presidenta también quiso dejar claro a Pekín que la confrontación armada “no es una opción” para ninguno de los dos lados, y añadió que solo respetando la democracia taiwanesa, así como su soberanía y libertad, se podrá llegar a una base para la reanudación de la interacción constructiva en el Estrecho.
“Las autoridades de Pekín no deben juzgar que los taiwaneses renunciarán a apoyar la democracia jugando a enfrentar a unos ciudadanos con otros, a unos partidos con otros —dijo la presidenta—. Esto no ayudará a las relaciones del Estrecho, solo lo empeorará todo. Quiero decir a las autoridades de Pekín que la amenaza militar no es una opción para ninguna de las partes. Solo respetando la soberanía y la democracia de los taiwaneses se podrán reconstruir las relaciones bilaterales sobre bases positivas”.
Tsai describió cómo Taiwán está haciéndose responsable de su propia defensa y aumentando la producción de misiles de precisión así como buques de gran rendimiento. También está comprando armas de precisión altamente móviles para actualizar sus capacidades de defensa asimétrica.
La presidenta destacó el creciente sentido de orgullo entre los taiwaneses y dijo que declararse como taiwanés se ha convertido en una declaración de honor y orgullo para los ciudadanos.
Fuente:RTI
Editor:RTI en español
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